CONCURSOS PÚBLICOS
En todos los llamados para postular a esos puestos, acuden verdaderas hordas de Ingenieros Comerciales, Periodistas, y Sicólogos, sólo por nombrar algunas profesiones, con muchas ganas, talentos, dedos para el piano y buenos antecedentes académicos. Pero el 99,9 por ciento de ellos, queda fuera, sin explicación objetiva, desplazados por aquellos que disponen de preciados pitutos, apellidos conocidos como Ortiz o Tohá, o que militan en las ya mencionadas tiendas políticas.
En el mejor de los casos, quienes acceden a esos trabajos, provienen de otras instituciones o servicios gubernamentales, lo que certifica un accionar seguro y conocido, pero no por eso eficiente y de alto nivel. De esta forma, se cierra la puerta a nuevos talentos, que podrían aportar perspectivas frescas y dinámicas, subsistiendo con ello los mismos vicios y falencias, que producen, entre otros factores, la ya conocida mala gestión del gobierno regional.
Lamentablemente, quien esta a la cabeza del aparato gubernamental en la octava región, no promueve lo que se llama “meritocracia”, funcionaria que por coincidencia, ostenta uno de los apellidos más conocidos en el mundo político.