lunes, abril 02, 2007

Cambios de gabinete : ¿Cuántos? ¿Quiénes?

Resulta curioso, que ante cualquier desajuste, tormento o dificultad que ataque la estabilidad del gobierno, se pida inmediatamente un “cambio de gabinete”, total o parcial. En el caso específico del Transantiago, lo que se requiere es que se solucionen los problemas cotidianos lo antes posible, para bien de la salud de la población de la capital, en lo que corresponde a una actuación eficaz, y desde el ámbito técnico, no político. Ya se vio, que las variables políticas (posteriores elecciones), más que ayudar, empañan una planificación que debería haberse construido sobre la base de la excelencia en la rentabilidad social, y no atendiendo sólo a tiempos electorales.
La elite política se empeña en cortar cabezas ante los descalabros (como antes ocurrió con la crisis educacional, que derribó al ex ministro Martín Zilic), como si ello le solucionara mágicamente los problemas a la gente que debe caminar todos los días, de madrugada, 10, 20, o hasta 30 cuadras para esperar locomoción o para subirse al caos del metro.
Por último dos cosas: si la presidenta realiza efectivamente un cambio de gabinete, aquello servirá sólo para dejar tranquilos a moros y cristianos dentro de la fauna política; y un cambio de gabinete sólo funcionará, colocando a un caudillo de ministro de transportes, que haga y deshaga o que ajuste y transforme completamente, con decisión, respaldo y energía, la oscuridad que hoy reina en el sistema de transportes de la capital de Chile.

Alejandro Zoñez Venegas